viernes, 5 de octubre de 2012

Antonio García Ferreras, La Sexta



Justo después de conocerse que el Tribunal Constitucional español había permitido la presencia de Bildu en las próximas elecciones del 22 de mayo, desde ese debate que quiere ser plural pero que no lo consigue llamado “Al rojo vivo” de La Sexta2, entrevistaban a Martín Garitano como representante de Bildu. Y le hacían la prueba del algodón que algunos vascos tenemos que pasar inevitablemente para poder tener el carnet de demócratas de toda la vida que la gente que practica esa prueba exhibe sin pudor, incluso con orgullo: ¿Si ETA cometiera un atentado, ustedes lo condenarían? Martín contestó que Bildu ha dicho que mostrará su rechazo caso de darse esa situación. Como les parece poco y siempre cabe un más difícil todavía, insistieron con la nueva prueba del “algodón que no caduca”, esto es: ¿Condenan ustedes el pasado de ETA? Y Martín contestó que Bildu ha nacido ahora y opina sobre cuestiones del presente y del futuro. No es una salida la mar de airosa, pero es que hay callejones sin salida en los que le meten a uno sin comerlo ni beberlo.
Y estas líneas vienen a cuento de las pruebas del algodón sobre las que algunos creen poseer la patente de realización, examen y calificación. Entre ellos Antonio García Ferreras, presentador de ese debate.
Error (voluntario) de esta gente es poner la barrera entre demócratas y antidemócratas en ver si uno condena o no a ETA. Pero saben que hay otras referencias para saber si uno es demócrata o no. Por ejemplo, que uno condene el franquismo, o las matanzas de palestinos a manos de los judíos, o los crímenes del GAL, o el racismo, incluso la manera en que Estados Unidos ha matado a Ben Laden.
Según los parámetros algodonistas, esta gente no tiene inconveniente en condenar, enérgicamente si hiciera falta, todos esos hechos, y tienen muy claro en qué lado de la barrera se sitúan. El problema es cuando les dices que cómo llevan lo de entrevistar, por ejemplo, a Manuel Fraga Iribarne, ministro de la dictadura franquista, sin recordarle su pasado, incluso sin preguntarle si condena el franquismo, del que él fue una figura muy pero que muy importante (a ministro no llega cualquiera). O a Rodolfo Martín Villa, otro que tal baila. O cómo soportan que exista una Fundación Francisco Franco, que para más escarnio recibe subvenciones del Estado. Podríamos preguntarles si creen que en la Alemania actual habría un senador, expresidente autonómico, exdiputado, exlíder de un partido, que hubiera sido ministro con Adolf Hitler. O una Fundación Adolf Hitler. Incluso en las exditaduras militares argentina y chilena se intenta, y a veces con éxito, que los criminales fascistas paguen sus fechorías. Y Zapatero todavía vendiendo la moto de la Transición española, ahora para Libia.
Y si entrevistan al embajador del Gobierno israelí, ¿por qué no le preguntan si condena los crímenes que comete su gobierno? Crímenes que están catalogados como tales por las leyes nacionales e internacionales, no por opiniones subjetivas. ¿Acaso esto no es como para convocar manifestaciones a diario para que el Gobierno español rompa relaciones con el Estado israelí? Y si los asesinatos del GAL les parecen condenables, ¿por qué siguen considerando a Vera y Barrionuevo como ejemplares ciudadanos, en vez de estar todo el día dando la monserga para que la justicia los enchirone de nuevo, ya que no han cumplido apenas nada de la pena que les cayó por el secuestro de Segundo Marey? ¿No es eso lo que hacen respecto a Antton Troitiño, que ha pasado 22 años en la cárcel? Por no hablar de Rodríguez Galindo, tan entrañable paseando su perro por la calle y con una condena de 75 años de cárcel de la que nunca más se supo.
Y seguro que les parece que la manera en que el Nobel de la Paz Barack Obama ha finiquitado a esa mosca cojonera de Ben Laden no es la más correcta para hacer justicia por lo de las torres gemelas (lo del Pentágono no está tan claro). Dirán que incumplen las normas de Derecho Internacional; que, según se van conociendo más detalles, resulta que si lo mataron cuando estaba rendido y desarmado, que eso está muy mal, quizá hasta lo condenan. Pero seguro que perderían el culo por hacerle una entrevista al protolíder mundial, eso sí, nada crítica, nada impertinente, muy empalagosa, pues el protolíder, aunque cometa pecadillos de vez en cuando, está en nuestro lado de la barrera. Es más, no hay ni barrera, porque a la vez que condenamos lo que hace lo consideramos de los nuestros, igual que a Fraga, al gobierno sionista, al gobierno yanki, a Rodríguez Galindo, etc.

Melchor Miralles contra Laura Mintegi

El día 20 de septiembre ese opinador asalariado llamado Melchor Miralles, de la cuadra de Pedro J., entrevistó a Laura Mintegi. No fue una entrevista al uso, sino un interrogatorio en toda regla policial en toda regla, con la indisumulada pretensión de conseguir una confesión de culpabilidad a toda costa.
Fue de vergüenza ajena, nada nuevo, por otra parte, viniendo de donde viene el fulano de marras. Ni siquiera le salva su pasado de reportero todoterreno, descubriendo toda la mierda que pudo en el muy sucio asunto del GAL. Pasados los años da la muy sólida impresión de que todo aquello no lo hizo por cuestiones éticas, morales, ni siquiera periodísticas: fue atacar al Psoe por todos los flancos para hacerle el trabajo sucio al señorito Pedro J., que a su vez se lo hacía a su correspondiente señorito Aznar, el cual aparcó el tema una vez llegado al Poder, después de recompensar sobradamente a sus esbirros mediáticos.
Como con cualquier cosa a mí también se me sale la bilis, le he largado un par de preguntas vía redes sociales (a ver lo pesco) al amigo Melchor. Preguntas que no creo que me responda, igual que no le respondió a Laura Mintegi cuando esta, apelando a las diferentes varas de medir del Estado español y sus secuaces, le puso delante de los morros el sangrante caso de Enrique Rodríguez Galindo, conocido criminal condenado por secuestro y asesinato de dos personas, y que ha estado en la cárcel por ello 6 años (de 75 de condena), tras los que le dieron vacaciones porque estaba deprimido.
Aquí va mi interpelación al apesebrado Miralles:


He oído la entrevista a Laura Mintegi. Cuando le has preguntado si hay algo más repugnante que lo que Uribetxebarria le hizo a Lara yo he pensado en al menos tres casos que me parecen más repugnantes. Uno es el de la muerte por torturas de Joseba Arregi. Otro caso idéntico, el de Mikel Zabalza. Y otro el del secuestro, tortura y muerte de Lasa y Zabala. Nos podemos imaginar a unos cuantos tíos apalizando a una persona indefensa hasta matarla. ¿Es lo bastante repugnante para ti, Melchor? Además con la circunstancia agravante en los tres casos de que absolutamente nadie ha pagado por tan, para mí,  repugnantes crímenes. Alguno ha estado en la cárcel, de visita prácticamente, por lo de Lasa y Zabala. Y con la circunstancia agravante de la repugnancia de que cuando llegaron los restos de Lasa y Zabala al aeropuerto, la ertzaintza molió a palos a parientes y amigos, paliza que repitió en el cementerio en el momento de darles tierra a los cadáveres.
Melchor, tú que no te cortas un pelo en responder a ninguna pregunta por incómoda que sea, ¿me darías respuesta a dos preguntas? La primera: en tu escala de valores ¿qué es más repugnante, terrorista, terrorífico, inhumano, como quieras llamarlo, lo de Lara, o lo de cada uno de los casos que te he mencionado? Por favor, ponme los cuatro casos en orden de repugnancia.
La segunda: ¿Harías una entrevista tan incisiva, agresiva, impertinente, arrrrrrrastrando tanto las palabras como con Laura Mintegi, sobre todo las errrrrrrres cuando decías terrrrrrorista, mascando bien las palabras para que se te note que estás retorciendo tu afilado colmillo, repito, harías una entrevista así a, pongamos por caso, Alfredo Pérez, miembro de varios gobiernos de Felipe González Márquez, bajo cuyo mandato se cometieron los repugnantes casos que te he citado? Ten en cuenta que, así como tú afirmas (sin aportar pruebas) que Laura Mintegi es amiga de ETA, de lo que sí hay pruebas es de que Alfredo sí es muy amigo de los responsables últimos de los crímenes citados. ¿Le harías una entrevista así a Josemari Aznar López, que fue la persona que echó tierra sobre estos asuntos, tan incómodos una vez que estás en el Poder?
Por favor, espero tus respuestas.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Así como sin querer, a cuenta ...

...de la febril actividad mostrada por la policía española en Madrid últimamente, se me ha ocurrido soltar un poco de bilis.
Todas las policías, llámense maderos, zipaios, mossos, pikolos, pitufos, municipales, todas las policías son iguales, todas, antes, ahora y siempre. Prepotentes, chulos, sádicos, salvajes, mediocres, cobardes, todo un rosario de virtudes, de las virtudes que sus mandos quieren que tengan, porque un madero que piensa es un madero que igual comprende las razones de la persona a la que está apaleando, y eso no puede ser, eso no interesa. Y en el improbabilísimo caso de que alguno fuera distinto, que los habrá, uno entre cien mil, en seguida será absorbido por el resto de la piara, que no están los tiempos como para jugarse las lentejas por unos gramos de integridad y decencia.
Qué desahogo.

martes, 26 de junio de 2012

El Idolo Chino a las siete y media

            ¡¡¡Delincuentes!!!
            Hoy toca rollo.
Lo que viene a continuación son unas reflexiones sobre lo de ayer. Se parecen mucho a las que escribí hace un año después de hacer Peter Pan con el grupo de Cristina de Iparralde. Las sensaciones son las mismas, así que lo voy a adaptar al momento actual, o sea, cambiando los datos pero manteniendo la esencia, porque, como ya digo, los nervios, el sudor, el miedo, la alegría, el subidón… han sido los mismos.
Quiero escribir esto ahora que todavía estoy con la adrenalina haciendo carreras por las venas. Se supone que era la noche anterior al estreno cuando uno no debía pegar ojo. Pues no. Ha sido la noche siguiente al estreno cuando no he podido dormir. No me ha importado mucho porque, aunque al día siguiente hay que madrugar para ir a currar, la noche en vela no lo ha sido por estar preocupado con algo, sino por estar relamiéndome por los momentos vividos a lo largo del día. Con los momentos buenos y con los de nervios, con los sudores fríos y los calientes.
Quizá alguien diría: “No ha sido para tanto. Una obra teatral fallida ocurre dos de cada cinco veces que vas al teatro, o tres de cada diez, y más comprensión hay si además el público sabe que la realizan alumnos novatos”. Puede que sí. Pero había tanta ilusión en el asunto, tanto empeño en mejorar en cada ensayo, que a mí me parece que habría sido una enorme frustración que la cosa acabara en fracaso. “Peor es que te extirpen un riñón, o que te echen del trabajo”, dirá otro. Coño, pues sí. Pero uno lleva una vida relativamente tranquila, con algún que otro sobresalto, y pocas veces se le juntan en un día tantos sentimientos contrapuestos, tantas sensaciones extremas y tantos sudores fríos y calientes. No sé vosotros, pero este día yo no lo voy a olvidar.
El recorrido que iniciamos cuando la mayoría de nosotros, allá en octubre, hicimos un círculo y dijimos nuestro nombre acompañado de un gesto, y que acabó ayer, cuando se abrió el telón por última vez para recibir los aplausos del público, ha sido un viaje que ha merecido la pena. Para algunos ha supuesto descubrir que el sentido del ridículo es derrotable, que el desparpajo en público no siempre va acompañado de sentir las mejillas rojas como tomates a la brasa.
Acabado el curso, yo creo que ha estado muy bien, que ha sido entretenido. Ya os he comentado que hace años hice un par de cursos en el TAE, pero que había aprendido más en estos dos cursos con Cristina que en los del TAE. La diferencia es que en aquella época debía estar de moda el método Stanislavski (quiero decir Stajanowski), y en las clases, en lugar de improvisaciones tirando a reales, o lúdicas, o entretenidas al menos, te decían que salieras a escena e interpretaras una piedra, que te sintieras piedra, que actuaras como una piedra, o un grifo, o una maceta. No daban mucho margen de maniobra, la verdad. Pero en nuestras clases ha habido meneo, acción, y hemos tenido un trimestre final en el que hemos tenido ocasión de saborear lo que son las tablas.
No sé mucho de estas cosas, pero las seis o siete veces antes de esta última que me he subido a un escenario ha habido un montón de ensayos, varios días a la semana durante meses. Por eso que el año pasado me pareció una osadía que Cristina nos propusiera Peter Pan, cuarenta y tantas páginas de las que se pueden quitar algunas de texto explicativo, pero bueno, un montón. El año pasado ensayamos Peter Pan unas siete veces, aparte de lo que por grupos o cada uno ha hecho por su cuenta. Pero no es lo mismo. Tú puedes saberte de arriba a abajo tu papel, pero si no lo integras con el de los demás, con sus pausas, gestos y demás, no haces más que recitar, y para eso están los poetas.
La primera obra en que participé en mayo de 2010 tenía 25 páginas de diálogos, y dura hora y cuarto. Empezaron a ensayarla siete personas en febrero de 2010, dos días a la semana, y la estrenaron a finales de octubre. Al menos siete meses ensayando. Sin cambios de decorado durante toda la representación. Así que, ¿no fue una osadía que catorce novatos se pusieran a preparar una obra de 16 personajes, 27 páginas, con cuatro cambios de escenario (ensayados una única vez, y encima salió de pena), con algo más de media docena de ensayos, alguno incluso sin directora, sólo tres ensayos de toda la obra y nunca con todos los personajes, salvo el último? Pues sí. Pero Cristina fue una directora atrevida, paciente y optimista. Me flipa cómo sabe en cada momento cómo debe actuar alguien.
Fuimos unos osados, o unos ignorantes. Yo me decía que aquello lo veía muy mal. A poco que lo comparara con la otra obra, lo de Peter Pan acababa en fracaso. Pero si Cristina, que es la que entiende, dijo que adelante, pues adelante. Pero me da que le presentas ese panorama a alguien que sepa del negocio y te dice que prefiere pintarle las uñas a una leona.
Este año hemos sido 17 personas. Cierto que algunas han tenido poco texto, pero hay que tener valor para soltar tu frase delante de un montón de gente, y también tiene su aquel lo de saber estar en un escenario sin nada que hacer y que, sin embargo, sea necesario que estés ahí porque si no la escena no está bien. A diferencia del año pasado, en este hemos podido ensayar más gracias al buen hacer de Iñaki,  engañando a sus vecinos para que nos dejaran el txoko a cambio de representar la obra en fiestas de Lasarte. Visto lo de ayer, díles que cuando quieran.
Este año también hemos sido unos osados. No unos ignorantes, porque, al menos yo, visto lo de Peter Pan, estaba convencido de que la cosa iba a salir bien. ¿Por qué? El año pasado la novia de un amigo, actriz ella, me dijo que no se sabe por qué, pero siempre sale bien. Cristina también lo decía ayer, que parece como que la gente se enchufa más ante el público. Como que te sueltas más, como que la confianza te lleva en volandas.
Cuando Cristina se fue con el técnico de sonido y nos dejó huérfanos, colgados de la brocha, aquello ya no tenía vuelta atrás, justo cuando uno deseaba más fervientemente estar en la otra punta del planeta, qué casualidad. Y unos cuantos buscando su guión para un último repaso y con el público ocupando sus butacas. De esos momentos tengo la imagen de unas cuantas personas andando de un lado a otro del escenario, como si fuéramos pacientes del frenopático en la hora del patio, cada uno a su bola, sin rumbo, sin parar, con la mirada perdida y el sudor, al menos en mi caso, fluyendo como las cataratas de Iguazú.
Y el público que seguía llegando, mientras las flautas chinas sonaban para nosotros como la música del apocalipsis, en lugar de ser el bálsamo que nos calmara antes de la carnicería.
Se abrió el telón, y en cuanto un servidor salió, colocó una silla en su sitio y puso el cuerno de la ambulancia apuntando a Júpiter, la obra empezó a rodar, y que salen Andoni y Josu y ponen voces de malos-malosos, y a rodar, y que el ídolo está manchado, y la Venus del Nilo y nadie se ríe (¿será que piensan que realmente es del Nilo y no de Milo?), y que estoy embarazada y son 4.000 euros, y la cosa iba, y que Itxaso grita como Janet Leigh en Psicosis, que Javier está muerto, pues hay que seguir con el ensayo, que si no el 24 nos cuelgan, y vamos al interrogatorio de color amarillo, y que ahora traen la pizza, que venga, que la obra tiene que acabar para las once. Y arratsalde on, buenas tardes, aparece una placa auténtica de la ertzaintza (primera denuncia que nos va a caer) en manos del comisario Patxi Goenaga, que parece que ha habido un accidente, pero no, mi comisario, que la herida inciso ¡contusa! (muy bien agente Martínez de Luko) indica que al técnico se lo han cargado. Y la gente que se ríe, muy pertinente, agente Yanguas, que qué bien le quedaba el uniforme (segunda denuncia), y de aquí no sale ni el técnico de sonido (vivo) que está con Cris hasta que esto se resuelva, y la cosa que va adelante, y yo a usted le conozco, es que soy actor, pues me voy a interrogar por allí, y pare agente Romerales, ay ay, claro, como es hijo del director, entiéndele, que está pasando una mala racha, pero tiene que ser un profesional, o el rey de un país exótico (otra denuncia), ¡y el teatro es la vida! (¿o es al revés?), y las mujeres siempre iluminando el camino de la Humanidad, hasta que pille al tontolaba que me ha robado el sacapuntas, y más risas. Y que ya les echo una mano, total, por ver las cosas desde el otro lado por una vez, y la cosa que va rodando, y el comisario también, por el suelo, y jijí-jajá, y llegan el churrero, el forense y el juez, los tres, ¡carámbanos! (aquí la academia de la lengua me va a poner una medalla por recuperar un palabro tan castizo) y Eduard Punset, que mete muchos goles en el Barça, y el CSI, y la cosa coge ritmo de crucero, y yo a usted le he condenado, que no, que soy actor, claro, mucha… venia, y aparece la dueña del teatro con un plumero, no, la señora de la limpieza, que es portuguesa, pero si no tiene bigote (toma denuncia de la embajada de Portugal), ¡¡no!! y ¡¡usted!!, y en mis cabales no están, pues yo le condeno a cadena perpetua, apabullante oiga, y que esto ya no se para. Y este muerto lo tuneo yo, pero qué estropicio, señora, y tú puedes hacerlo mejor, hijo, y mis papis osea me han pagado los mejores actors studios de Hollywood, osea y lo superflipas osea, y a todo cerdo dios le ayuda osea, que cómo corre esto, osea, ¿y tú te drogas? pues claro, y más risas, y verás hijo, puedo explicártelo todo, ¡tú te has cargado al técnico con el ídolo chino! y 6.000 euros ya, y nos vamos a Jamaica, volando vamos, y ándale-ándale-ándale, carcamal, y tu hijo, sí bueno, ya, ¡hay que ayudarle a escapar! Y cogemos impulso, que si es asesino porque no te dejan entrar en la Bataplán, a la calle en cuatro días, y ¡por mi hijo YO-MA-TO!, ojo, primeros aplausos de la noche (toma ya, uno devanándose los sesos para hacer humor inglés y los espectadores se me tronchan con Belén Esteban. Me los comeré con bechamel, a los espectadores). Y eres una mala víbora, ai, ene laztana, qué romántico, y ahora son 8.000 euros, y yo manejo las finanzas y toma y toma, y eres el mejor padre del mundo, no pasa nada (je, je), huye hijo, huye… Y vuelven el forense y el churrero, los dos, y ¿podrá recuperarse…? Ja, que este va para un funeral, ¡de vampiros caníbales! (¿existen los vampiros caníbales?), y vuelve la autoridad, que esto es muy duro, Kepa, aunque no sé, no hay cuchilla que pueda con esos cañones (jua, jua), pero qué meneo tiene, y yo la becaria, y ahora resucitamos a los Village People, y el público que se jarta de reír, y lo resumo, y rigos mostis, y no me toque, y tapa de recipiente verde, huy la virgen, coliflor con sesos o viceversa, y qué plumero tan cabaretero, ¡datos! ¡datos!, y vamos llegando a la tercera mitad del siglo XXI, cuando empiezan los monólogos, gran momento, emotivo, claro que sí, Alberto, segundos aplausos de la noche, se tiró a la piscina sin saber si había agua, y salió sin un rasguño, aunque tenía el parietal abollado y con arcadas por lo de la coliflor, y la ética y las finanzas, y otorrinolaringólogo, y qué agobio, y, para mi la frase más redonda de toda la obra (yo creo que Billy Wilder, Woody Allen, Groucho Marx, Monty Python, Les Luthiers, Quino y toda la corte celestial que me ha concedido este humor tan retorcido, me dio con la varita en el cráneo cuando se me ocurrió): “Justo en la página del horóscopo, y acertaba de lleno: Piscis, un suceso inesperado le abrirá la mente a los misterios del Lejano Oriente”. Y encima rima. Con esta sí que me he reído yo solo, a carcajada limpia.
Y aparece el autor (muchísimas gracias, Natxo, qué susto les diste a los konpiñeros), y Otelo, y el estilete florentino, y las vitrocerámicas, y los calzoncillos amarillos no en su totalidad, y estos desgarramantas, y sin cochinadas oiga, aquí los Rollings, y no me claves tus puñales.
Y se abre el telón y de cabeza hacia la meta, y que casi me ponen al muerto anunciando colonia, y que es de los chinos, Zhonghuá Rénmín Gònghéguó, y a mí me gusta el pípiribipipí (así, con dos acentos), pero si es una mierda… ¿quién fue a comprarla? eeeh, yo, y volví al de dos días y había una chatarrería, “Familia Txillida” (otra denuncia, pero es que a estos sí que les tenía ganas), y que llega el final, y ¿quién falta? Josu, el hijo del director, y no hay fin que por bien no venga (¿cómo dice?), ¡de eso nada! y cuidado que el agente Kepa desenfunda la porra (auténtica, otra denuncia), y hasta que el Athletic gane UNA Copa del rey (qué jodido eres, que al final lo dijiste), y la cosa rueda, pim, pam, pum, y nosotros también, y el asesino es… ¡Josu! (que lo sabíamos hace media hora, por esto de las vitrocerámicas), y es que tenía una razón, que voy a vomitar, no, era el amor, y baje que de aquí se le oye mejor, y este qué se habrá tomado, y que me esperarás, toda la vida, hijo mío, bueno sí, pero una no es de piedra, y para qué habré vuelto, y no cambies de tema, chaval, y Kepa al tejado, y adiós, ¡vuelve! ¡pues me pongo bigote! ¡dame el papel! Y conseguimos salir por el pasillo sin caernos ninguno, y Xabi que se fuga, y Edurne, mujer fatal, que se lleva los ¿4.000? ¿6.000? ¿8.000? no sé, Mikel siempre hace trampas con esto del dinero (qué bien le ha venido lo de la amnistía fiscal) y también, mujer fatal, al ritmo de Let it bleed de los Rolling Stones (denuncia, cuántas van,  de la SGAE), se lleva el Idolo Chino.
Y el telón se cierra, y besos y abrazos, y se abre el telón y aparecemos los 17 para saludar al público, que gran momento, no ves nada ni a nadie, pero los aplausos te suben la adrenalina hasta el techo. Un momentazo.
En resumen, toda una experiencia. Yo he disfrutado muchísimo estos meses. Espero que vosotros también. Y ayer fue la guinda para el pastel. Cuando nos juntemos para cenar y decidir qué hacemos ya comentaremos más cosas que pasaron.
En lo que me toca, muchísimas gracias a los que me habéis felicitado por la obra. De vez en cuando escribo cositas, pero nunca me había metido en semejante berenjenal. Me lo pasé muy bien escribiéndola. Además me he despachado a gusto repartiendo coces y puyazos, pequeñas venganzas, a diestro y siniestro. Y pequeños homenajes a cierta gente que estaba entre el público. Incluso uno a Roman Polanski, que no pudo venir pero mandó una adhesión, con una frase completa de una de sus películas, “El escritor” (a quien dé con ella le pago una estancia de 20 días en Lanzarote en el verano de 2098). Una vez más, eskerrik asko.
En realidad esto es como una paella: está la base, que es el arroz, y luego cada uno pone los tropiezos, a veces demasiado literalmente, ejem, que enriquecen el plato. Así que la risa que pueda provocar el texto por sí mismo aumenta si, sobre el escenario, se da con la tecla que hace que el personaje triunfe. Y ahí está el trabajo de Cris y el de todos los demás, aportando, quitando y añadiendo lo que en cada momento convenía.
A ver si la grabación de Josune salió bien y podemos guardar una copia para asustar a nuestros nietos cuando no quieran tomar la sopa. Y las fotos. En los ensayos la hermana de nuestro querido juez hizo unas cuantas, y Josune también. A ver si nos enteramos de alguien más que haya hecho durante la representación, para juntarlas y ponerlas en internet para compartirlas.
Pues eso, Arantza, Julen, Iker, Josune, Txaro, Sara, Silvia, Cris, David, Txomin, Kike, Jon, Iñaki, Alberto, Pili, Aroa, ha sido un placer, mejor dicho, ha sido un PLACER.
Txemarx Duranxsh
En algún lugar entre Portugal y Santurce, a 25 de junio de 2012.

martes, 19 de junio de 2012

El Idolo Chino

¡¡¡Por fin!!! ¡¡¡Lo que llevamos tanto tiempo esperando!!! Ha llegado: ¡¡¡El Idolo Chino!!!
¡¡Celos, dinero fácil, sexo, violencia gratuita, y de pago también, números musicales, todo lo que se puede encontrar sobre un escenario, incluso una obra de teatro!! ¡¡El Idolo Chino!! (rechace imitaciones)


jueves, 17 de mayo de 2012

Congreso de la Desmemoria de Juan Palomo


Se celebra estos días el Congreso sobre la Memoria y la Convivencia montado por el Gobierno de Patxi López (lo de Gobierno Vasco le viene ancho). En este congreso ha intervenido Shlomo Ben Ami, exministro de Exteriores de Israel y actual presidente de una cosa que se llama Centro Internacional de Toledo para la Paz. Le he oído en la radio y ha hablado de la actitud que deben tener los terroristas respecto a las víctimas y el daño y dolor causados.
Por un momento he pensado que por fin el Estado de Israel se posicionaba ante esta cuestión tan peliaguda de su pasado terrorista, cuando Palestina era una colonia británica y los terroristas sionistas, que años después fundaron el Estado de Israel, asesinaban civiles a tiros y a bombazos. Algunos de aquellos asesinos luego fueron mandatarios del Estado judío, como Ytzhak Shamir, Ytzhak Rabin, Levi Eshkol o Menahem Begin.
Pero no. Este señor hablaba de la violencia que durante los últimos años han practicado los palestinos contra el Estado judío. Ya no se acuerda de cuando ellos eran los reprimidos. Es lo que ocurre cuando usas la violencia para conseguir objetivos políticos: en cuanto estás en el poder no te preocupas del dolor y de la sangre que has derramado cuando eras un terrorista. Y los que ahora te hacen la puñeta a ti, pasan a ser los terroristas y los que tienen que asumir el dolor que causan, y congreso por aquí y ayuda a las víctimas por allá. Pero a los muertos que tú has causado que les jodan.
De estos datos saco varias conclusiones:

A - La violencia política “terrorista” a veces funciona para derrocar al Poder y ocupar su puesto (Rusia, Cuba, Israel, Argelia, Nicaragua,...), luego es lógico que sea una herramienta muy útil para conseguir tus objetivos. Así que lo del viernes sobre “Política de la memoria: una ética del nunca más”, suena a brindis al sol y declaración de buenas intenciones, sin más recorrido que el que le quieras dar hasta que vuelvas a pensar que qué buena es la violencia cuando la practico yo. Es decir, en cuanto acabe el congreso.

B – Cuando llegas al Poder, no solo te olvidas de los muertos causados para llegar al Poder. También de los que causas para mantenerte en el Poder. Por ejemplo, en este fantástico Congreso sobre Memoria y Convivencia, nadie ha hablado, ni hablará, sobre los muertos causados por la dictadura franquista (ojo, no la guerra civil, sino la postguerra), ni por las organizaciones paramilitares de la “democracia” (ATE, BVE, Triple A, GAL), ni por las diversas policías. Que también ha habido muertos, y muchos.

C – Hay personas que han podido llevar con gran entereza toda esta presión de haber sido un asesino, y han podido insertarse en la sociedad sin ningún tipo de remordimiento, sin ningún tipo de rechazo. Y sin que sus víctimas hayan tenido, aparentemente, ninguna necesidad de apelar a la memoria, la reparación, la justicia. Estas son las personas que faltan en este congreso, y que con su experiencia pueden iluminarnos el oscuro camino de la reconciliación y esas zarandajas, huy, perdón, que me contagio de su lenguaje. ¿Por qué no han invitado a los franquistas que tanto dolor causaron durante sus largos cuarenta años de crímenes? Ellos sí que supieron superar con nota lo de la memoria, la convivencia y esas chorradas, huy, perdón otra vez. No como esos argentinos, hijos descarriados de la Madre Patria, que encima de robarnos su petróleo, se dedican a juzgar a los valientes que tuvieron a raya a esa panda de subversivos, en vez de seguir las pautas de nuestra modélica y desmemoriada transición. Otra vez me contagio. Seguro que esos franquistas pueden aportar mucho el miércoles con lo de “Otras experiencias ante el horror (ajeno)”. El paréntesis es mío. Y como también son muy chistosos cuando quieren, harían muchas risas el martes con lo de “De la dictadura a la democracia (un viaje por hacer)”. El paréntesis vuelve a ser mío. Y, hablando de franquistas, podríamos llegar hasta los únicos condenados de ese bando. ¿Por qué no han invitado a Rodríguez Galindo, Barrionuevo, Vera, Sancristóbal, etc.? ¿A estos no se les exige desfilar por la pasarela del arrepentimiento y el perdón?

D – Siguiendo con los ponentes, llama la atención que se haya vetado a Carmen Gisasola, exmilitante de ETA, y no a Adriana Faranda, exmilitante de las Brigadas Rojas. Encima la jugada les ha salido rana, porque les habrá sentado a cuerno que esta dijera que la Brigadas Rojas nunca se disolvieron, que nunca entregaron las armas, que el perdón es algo muy particular que ha de surgir de uno mismo, y que no es bueno que el concepto de arrepentimiento sea elevado a categoría jurídica. Los actuales dirigentes de ETA no lo habrían dicho mejor.

E – La sola presencia en este congreso de un indivíduo que ha sido miembro de un gobierno que una y otra vez se salta la legalidad internacional, que incumple olímpicamente las resoluciones de la ONU, que tiene armas nucleares no declaradas, que encierra como animales a personas a las que previamente ha echado de su tierra para quedarse con ella, que mata a esas personas por docenas cuando le es rentable políticamente,... la sola presencia de un tipo así, al menos para mí, invalida cualquier cosa que pueda salir del famoso congreso.

F – Dice el teólogo Francisco Javier Vitoria que “las monstruosidades no las cometen los monstruos, sino personas estándar, viviendo en otros sitios no hubiesen tenido la notoriedad de terroristas". No sé si hace falta ser teólogo (estudios estos tan válidos como los de los profesionales del tarot nocturno televisivo) o participante en un congreso para soltar semejante obviedad. En otros sitios, en vez de terroristas serían héroes, y me acuerdo de aquellos pilotos yankis de la OTAN que salían de Wisconsin por la mañana, llegaban a la antigua Yugoslavia, soltaban su manojito de bombas, mataban a 50 ó 60 civiles de una tacada, y regresaban a su casa de Wisconsin a tiempo de dar el beso de buenas noches a sus hijitos. Qué tierno. Qué poco terrorista.

G- No me parece mal que alguien quiera montarse un congreso de nombre muy rimbombante para arrimar el ascua de la Historia a su sardina política. Bueno, me parece mal que lo haga con dinero público, pero a esto ya uno se acostumbra. Lo que me parece mal, de un cinismo obsceno e indecente, es que nos quieran convencer de que aquí solo ha habido unos muy malos y unos muy buenos. Si hay quien se lo quiera creer, allá él/ella. Yo seguiré en mis trece de que aquí ha practicado la violencia más de un bando, pero solo se ha perseguido a los de un bando. Ha habido víctimas en más de un bando, pero solo se ha resarcido a las de un bando. Esto es lo que se llama política de guerra.

H – Así no se reparan la memoria y la convivencia.

lunes, 7 de mayo de 2012

De uno de los estupendos enlaces de ahí, a la derecha.

El dedo que mece la Liga
Javier Pérez de Albeniz (El Descodificador)


El Real Madrid ha ganado la Liga al Barcelona. Una liga que ha dejado de ser la mejor del mundo para convertirse en una competición entre dos equipos con 18 comparsas: 36 puntos separan al primer clasificado del tercero. La ha ganado el Madrid en La Catedral, un campo de ensueño, con un broche de oro: el corte de mangas de Ronaldo. La victoria ha abierto todos los informativos, y las celebraciones, retransmitidas en directo, solo han estado empañadas por la lluvia. Un triunfo merecido que hace que el madridismo mire para otro lado y termine identificándose plenamente con Mourinho, el entrenador avinagrado que ningún equipo debería tener.

Mourinho es una de las peores cosas que le han podido pasar al fútbol. Con su eterna insatisfacción y sus malos modales nos hace olvidar que el balompié es un deporte, un juego divertido, una pasión infantil. Esa “fiesta de los ojos y música del cuerpo” de Eduardo Galeano. Las teorías que equiparan el fútbol con una guerra dan mucho juego en el periodismo de columna y en la literatura deportiva, pero son terriblemente dañinas en la vida real. Crean monstruos, yo los he visto: niños de quince años gritando “¡Catalanes hijos de puta!” cuando aparece Guardiola en televisión.
Mourinho es un neoliberal del balón que cada minuto nos recuerda que, cuando se trata de ganar, todo está permitido. Que la victoria es el fin, y que todos los medios están justificados para conseguirla. Perder es de mediocres. Un pecado. Mou ha conseguido que los niños sean menos niños y más hinchas, que dejen de disfrutar con la pelota (Dios es redondo) y solo piensen en vencer, que vean el deporte como un enfrentamiento, y que justifiquen e imiten los cortes de mangas de Ronaldo, los pisotones de Pepe y hasta su propia amargura vital. Mourinho convierte el estadio en una isla de permisividad: lo que sucede en la cancha queda en la cancha, repiten técnicos y  jugadores, incomprensiblemente ajenos a las decenas de cámaras que observan y transmiten al mundo sus miserias.
Mou lleva el fútbol mucho más allá de las guerras simbólicas entre tribus modernas. La tensión, verbal y física, forma parte de su manera de entender el juego. “Ha habido una operación para convertir a Mou en el Darth Vaden del futbol español. Otros hacen las mismas cosas y no les masacramos”, dice García Ferreras en “Al rojo vivo” (La Sexta). ¿Otros hacen las mismas cosas? De ninguna manera… Hay imágenes que nunca deberíamos olvidar, que pertenecen a nuestra historia nacional de la infamia. Por ejemplo aquella de Aznar en las Azores, cuando nos mintió y nos hizo cómplices de una guerra ilegal, injusta e inútil. O ésta más reciente del rey Juan Carlos matando elefantes, ejemplo de una doble vida financiada con nuestro dinero. Yo no olvidaré jamás la escena en que Mourinho, en un acceso de ira durante una tangana, se acerca por detrás al entrenador rival y le mete un dedo en el ojo.

Ese dedo traicionero y cobarde, el que mece la liga, no se había visto jamás en el fútbol español. El dedo que señala la máxima miseria futbolística: aquella que convierte un juego mágico, “la recuperación semanal de la infancia” (Javier Marías), en una academia de codicia donde los jóvenes pueden aprender el arte de la soberbia, el engaño y la intimidación. Ójala no tengamos que arrepentirnos algún día de estas enseñanzas.
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