¿Que quién es este tío? Pues el presidente de la República alemana. Alguien que aparentemente ni pincha ni corta, pues, a diferencia de la República francesa, quien corta el bacalao en Alemania es el, o la en este caso, canciller, es decir, Angela Merkel a día de hoy.
Y a este tío le ha llegado la fama por haber dimitido de tan goloso puesto (no hacer nada y cobrar un pastón no está al alcance de cualquiera, que se lo pregunten a los Borbones).
¿Y por qué ha dimitido? Pues por decir que las tropas alemanas en Afganistán están allí por defender intereses comerciales, y no por restaurar la democracia.
Sabemos de sobra que lo que dice el tal Köhler es la pura y simple verdad, y que es perfectamente aplicable a todos los gobiernos occidentales que machaconamente nos mienten para justificar la guerra que están perpetrando allí.
Lo paradójico es que haya dimitido un político profesional por decir (por una vez) la verdad. Supongo que los demás del gremio habrán tomado nota y andarán con pies de plomo para que no les pillen en una de esas y les tomen por personas honradas.
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