jueves, 17 de mayo de 2012

Congreso de la Desmemoria de Juan Palomo


Se celebra estos días el Congreso sobre la Memoria y la Convivencia montado por el Gobierno de Patxi López (lo de Gobierno Vasco le viene ancho). En este congreso ha intervenido Shlomo Ben Ami, exministro de Exteriores de Israel y actual presidente de una cosa que se llama Centro Internacional de Toledo para la Paz. Le he oído en la radio y ha hablado de la actitud que deben tener los terroristas respecto a las víctimas y el daño y dolor causados.
Por un momento he pensado que por fin el Estado de Israel se posicionaba ante esta cuestión tan peliaguda de su pasado terrorista, cuando Palestina era una colonia británica y los terroristas sionistas, que años después fundaron el Estado de Israel, asesinaban civiles a tiros y a bombazos. Algunos de aquellos asesinos luego fueron mandatarios del Estado judío, como Ytzhak Shamir, Ytzhak Rabin, Levi Eshkol o Menahem Begin.
Pero no. Este señor hablaba de la violencia que durante los últimos años han practicado los palestinos contra el Estado judío. Ya no se acuerda de cuando ellos eran los reprimidos. Es lo que ocurre cuando usas la violencia para conseguir objetivos políticos: en cuanto estás en el poder no te preocupas del dolor y de la sangre que has derramado cuando eras un terrorista. Y los que ahora te hacen la puñeta a ti, pasan a ser los terroristas y los que tienen que asumir el dolor que causan, y congreso por aquí y ayuda a las víctimas por allá. Pero a los muertos que tú has causado que les jodan.
De estos datos saco varias conclusiones:

A - La violencia política “terrorista” a veces funciona para derrocar al Poder y ocupar su puesto (Rusia, Cuba, Israel, Argelia, Nicaragua,...), luego es lógico que sea una herramienta muy útil para conseguir tus objetivos. Así que lo del viernes sobre “Política de la memoria: una ética del nunca más”, suena a brindis al sol y declaración de buenas intenciones, sin más recorrido que el que le quieras dar hasta que vuelvas a pensar que qué buena es la violencia cuando la practico yo. Es decir, en cuanto acabe el congreso.

B – Cuando llegas al Poder, no solo te olvidas de los muertos causados para llegar al Poder. También de los que causas para mantenerte en el Poder. Por ejemplo, en este fantástico Congreso sobre Memoria y Convivencia, nadie ha hablado, ni hablará, sobre los muertos causados por la dictadura franquista (ojo, no la guerra civil, sino la postguerra), ni por las organizaciones paramilitares de la “democracia” (ATE, BVE, Triple A, GAL), ni por las diversas policías. Que también ha habido muertos, y muchos.

C – Hay personas que han podido llevar con gran entereza toda esta presión de haber sido un asesino, y han podido insertarse en la sociedad sin ningún tipo de remordimiento, sin ningún tipo de rechazo. Y sin que sus víctimas hayan tenido, aparentemente, ninguna necesidad de apelar a la memoria, la reparación, la justicia. Estas son las personas que faltan en este congreso, y que con su experiencia pueden iluminarnos el oscuro camino de la reconciliación y esas zarandajas, huy, perdón, que me contagio de su lenguaje. ¿Por qué no han invitado a los franquistas que tanto dolor causaron durante sus largos cuarenta años de crímenes? Ellos sí que supieron superar con nota lo de la memoria, la convivencia y esas chorradas, huy, perdón otra vez. No como esos argentinos, hijos descarriados de la Madre Patria, que encima de robarnos su petróleo, se dedican a juzgar a los valientes que tuvieron a raya a esa panda de subversivos, en vez de seguir las pautas de nuestra modélica y desmemoriada transición. Otra vez me contagio. Seguro que esos franquistas pueden aportar mucho el miércoles con lo de “Otras experiencias ante el horror (ajeno)”. El paréntesis es mío. Y como también son muy chistosos cuando quieren, harían muchas risas el martes con lo de “De la dictadura a la democracia (un viaje por hacer)”. El paréntesis vuelve a ser mío. Y, hablando de franquistas, podríamos llegar hasta los únicos condenados de ese bando. ¿Por qué no han invitado a Rodríguez Galindo, Barrionuevo, Vera, Sancristóbal, etc.? ¿A estos no se les exige desfilar por la pasarela del arrepentimiento y el perdón?

D – Siguiendo con los ponentes, llama la atención que se haya vetado a Carmen Gisasola, exmilitante de ETA, y no a Adriana Faranda, exmilitante de las Brigadas Rojas. Encima la jugada les ha salido rana, porque les habrá sentado a cuerno que esta dijera que la Brigadas Rojas nunca se disolvieron, que nunca entregaron las armas, que el perdón es algo muy particular que ha de surgir de uno mismo, y que no es bueno que el concepto de arrepentimiento sea elevado a categoría jurídica. Los actuales dirigentes de ETA no lo habrían dicho mejor.

E – La sola presencia en este congreso de un indivíduo que ha sido miembro de un gobierno que una y otra vez se salta la legalidad internacional, que incumple olímpicamente las resoluciones de la ONU, que tiene armas nucleares no declaradas, que encierra como animales a personas a las que previamente ha echado de su tierra para quedarse con ella, que mata a esas personas por docenas cuando le es rentable políticamente,... la sola presencia de un tipo así, al menos para mí, invalida cualquier cosa que pueda salir del famoso congreso.

F – Dice el teólogo Francisco Javier Vitoria que “las monstruosidades no las cometen los monstruos, sino personas estándar, viviendo en otros sitios no hubiesen tenido la notoriedad de terroristas". No sé si hace falta ser teólogo (estudios estos tan válidos como los de los profesionales del tarot nocturno televisivo) o participante en un congreso para soltar semejante obviedad. En otros sitios, en vez de terroristas serían héroes, y me acuerdo de aquellos pilotos yankis de la OTAN que salían de Wisconsin por la mañana, llegaban a la antigua Yugoslavia, soltaban su manojito de bombas, mataban a 50 ó 60 civiles de una tacada, y regresaban a su casa de Wisconsin a tiempo de dar el beso de buenas noches a sus hijitos. Qué tierno. Qué poco terrorista.

G- No me parece mal que alguien quiera montarse un congreso de nombre muy rimbombante para arrimar el ascua de la Historia a su sardina política. Bueno, me parece mal que lo haga con dinero público, pero a esto ya uno se acostumbra. Lo que me parece mal, de un cinismo obsceno e indecente, es que nos quieran convencer de que aquí solo ha habido unos muy malos y unos muy buenos. Si hay quien se lo quiera creer, allá él/ella. Yo seguiré en mis trece de que aquí ha practicado la violencia más de un bando, pero solo se ha perseguido a los de un bando. Ha habido víctimas en más de un bando, pero solo se ha resarcido a las de un bando. Esto es lo que se llama política de guerra.

H – Así no se reparan la memoria y la convivencia.

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