jueves, 16 de febrero de 2012

Démonos por jodidos (otra vez)

La CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), es un organismo del gobierno español que hace como que controla las finanzas y los intercambios bursátiles para que los especuladores sin escrúpulos parezca que no pueden hacer todo lo que les da la gana. Vivió su momento de gloria hace unos meses cuando Nueva Rumasa, el segundo juguete que le rompían a la familia Ruiz-Mateos en 30 años, era intervenido judicialmente. Cuando aquello la CNMV dijo que ya había avisado varias veces de que la captación de dinero que estaba haciendo Nueva Rumasa era una chufa, y que el que avisa no es traidor. Aún así, unos cuantos pichones cayeron en la red, para regocijo de la CNMV, que vio cómo por una vez su labor era reconocida.
Pues ayer la CNMV anunció que el gobierno español levantaría hoy mismo la prohibición sobre posiciones cortas, tras una tregua de 6 meses en que dicha práctica ha estado prohibida.
Esto, aunque a simple vista podría parecer que están hablando de modificar las normas del fuera de juego en el fútbol, o una variante de la defensa Alekhine en ajedrez, es una manera muy suave y bien untada de vaselina para informarnos de que los especuladores de antes pueden volver a darnos por donde siempre. Aunque precisamente esto de las posiciones cortas es una de las causas directas de la crisis que estamos padeciendo ahora mismo.
Tengo un amigo que lo explicaría mejor, pero básicamente lo de las posiciones cortas es que uno, normalmente un capitalista podrido de dinero y de codicia, puede apostar a que unas determinadas acciones de una determinada empresa (hablan de bancos, pero yo creo que el abanico es más amplio) se hundan en la mierda. Sacar la ruleta de los casinos y ponerla en la plaza pública, para que no pierda la banca del casino, sino los bancos, que siempre habrá quien los rescate con dinero público.
Esta es una de las rentables actividades a que se dedicaban los mercaderes yankis antes de que petara el castillo de naipes norteamericano, invertir/apostar a la contra, no para que una empresa vaya bien, sino para que vaya mal, y cuanto más se hunda, más pasta para el especulador.
Francia, Bélgica e Italia han hecho lo mismo que el gobierno español, con lo que una vez más se demuestra que esta es una Europa de y para mercaderes, no de ciudadanos. Dicen, igual que la CNMV, que los tiempos de inestabilidad y "volatilidad" ya han pasado, y que se puede abrir otra vez la veda. Se supone que hasta/para que vuelvan la inestabilidad y la volatilidad, pues son consecuencias directas de las posiciones cortas. Cualquiera ve que es del género idiota permitir algo que sólo genera perjuicios, pero como a estos les estamos permitiendo todo, pues tira palante.
Hay una explicación para el caso español: la CNMV depende del Ministerio de Economía, cuyo titular es Luis de Guindos, que, copio de la Wikipedia, "en 2006 fue nombrado Consejero asesor para Europa de Lehman Brothers y director de la filial del banco en España y Portugal, donde estuvo hasta la quiebra y bancarrota de éste en 2008". Sin comentarios.
Para celebrar el levantamiento de la prohibición y, según los que saben, como consecuencia directa del mismo, la Bolsa española hoy se ha llevado un buen hostión. En realidad me alegro. Ojalá la Bolsa se hundiera hasta llegar a las antípodas. Lo malo es que el agujero lo íbamos a tener que tapar los de siempre.

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