Nunca podría olvidarla

Nunca podría olvidarla. Sus ojos de añil, su boca de fresa, su pelo de oro, su nariz de princesa. Cuánto la había amado. Cuando la conoció quedó prendado de sus ojos brillantes, sus dientes de perla, sus labios de rosas. Se fueron a vivir al apartamento de ella, y se amaron eternamente, apasionadamente. Él sólo vivía para sus ojos de fuego, su húmeda boca, su cuello de seda. Llegaron a las más altas cumbres, el éxtasis del amor, la pasión desbocada, donde ardorosos latían sus labios carnosos, su lengua hambrienta, sus pechos lascivos, sus nalgas abiertas. Conocieron todos los mundos, dibujaron todos los cielos, bailaron sus dedos entre sus temblorosos muslos, sus rizos de lava, su ombligo de ámbar. Desde el jardín más alto veían pasar las horas, los días, por sus manos expertas, sus cálidos labios, su frente perfecta. Las horas, los días, iguales, iguales, iguales. Tanto amor, tanta pasión, tanta rutina se mecía en su vientre de plata, sus piernas de bronce, sus ojos de gata.
Ya no había laberintos que explorar ni murallas que vencer. Ya eran todo y eran uno. Ya la sorpresa se quedaba fuera, ya conocía sus ojos marinos, sus largas manos, su espalda desierta. La pasión se extinguía, la noche no era un universo de estrellas, y en la cama dormían. Por la mañana veía sus ojos azules, sus lisos cabellos, sus redondas rodillas. El amor voló. La despedida fue amistosa, sin rencores, sin arrebatos. Se besaron largamente. No sellaban nada, quién sabe, tal vez, quizá un día nos echemos de menos.
Mientras bajaba las escaleras le vinieron al recuerdo sus ojos, su boca, su vientre, sus manos,...

En Público, ese panfletillo, el 14 de febrero de 2009

Contestación a Gonzalo López Alba por su artículo "El incierto cambio en Euskadi" (http://www.publico.es/estaticos/pdf/descargar.php?archivo=14022009).
Estimado Gonzalo López:
Cuando se escribe en un periódico que tiene a gala ser modelo a seguir en cuanto a independencia, honradez, pluralidad, veracidad y demás valores que adornan a la presunta izquierda española, sería de desear que al menos cumpla con alguno de esos valores. Cosa que no ocurre con su artículo del 14 de febrero pasado, "El incierto cambio en Euskadi".
Resulta que falta a la verdad cuando dice que "El cambio ha dejado de ser en todo el mundo sinónimo de un futuro mejor, salvo en ínsulas como Euskadi. No sólo porque es el único territorio de España que desde la implantación de la democracia no ha conocido otro gobierno que el del PNV, sino también por la pertinaz contumacia del anacrónico terrorismo de ETA".
Pocas veces se pueden decir más mentiras en tan breve discurso. Obviando lo de que Euskadi sea España, cosa discutible, no es de recibo decir que en España hay democracia, menos aún desde un periódico que se dice de izquierdas. Ahora bien, si por democracia se entiende que la mitad de la población deposite una papeleta en una urna cada cuatro años, sin mayor control de la casta política, que es lo que hay ahora, entonces sí, España es razonablemente democrática. Pero creo que desde la izquierda se espera algo más que esa definición.
Lo de que "Euskadi (...) es el único territorio de España que desde la implantación de la democracia no ha conocido otro gobierno que el del PNV", tiene su explicación, y es que en Aragón, por ejemplo el PNV no se ha presentado nunca, ni tan siquiera en Murcia, con la de vascos que veranean en sus playas, anegadas de apartamentos. ¡Ah! Quizá se refiere a que es el único territorio de "España" en el que no ha habido cambio de partido en el gobierno desde que se instauró la "democracia". Pues también va a ser mentira. Por dos razones: porque en su día también gobernó el PSOE junto al PNV. Y porque son otros los territorios en los que ha pasado eso, y parece que a nadie le escandaliza. Así, a bote pronto, se me ocurre que en Andalucía y en Extremadura ha gobernado siempre el PSOE, pero parece que estas dos autonomías no están en "España" cuando le interesa al columnista.

Otra mentira más, o manipulación, o que el señor se las quiere dar de "lo que yo digo va a misa" es lo de "la pertinaz contumacia del anacrónico terrorismo de ETA". La violencia política nunca es anacrónica. Parece mentira que haya que explicarle esto a un columnista (aunque hay cada uno que...). La violencia puede ser un problema, puede ser más o menos oportuna, puede ser liberadora, puede derrocar a tiranos y puede derribar gobiernos legítimos. Pero en todo tiempo y lugar. Que esto sea Europa y no Asia no quita que se tome como normal que haya tiros en Iraq, pero que si son aquí es anacrónico. A ver si nos ojeamos el diccionario de vez en cuando.
Para acabar con la citada frase, que es como para enmarcar, tiene su miga también lo de que "El cambio ha dejado de ser en todo el mundo sinónimo de un futuro mejor, salvo en ínsulas como Euskadi". Vaya, pobre resto del mundo, sin esperanza, condenado a seguir en un presente sin futuro. Ni siquiera aunque haya ganado Barack Hussein Obama en los EUA. Será porque se llama Hussein. Y qué suerte tenemos en Euskadi, donde podría ganar López. Con el incompetente López, que lo dice el columnista, no yo, cuando confirma que al tal López no se le conoce ninguna cualidad en la gestión de la cosa pública o en la privada, seguro que tendremos un futuro mejor. Sí, por arrobas. Siento desilusionarle y emborronar su mundo de colores, pero ya hemos conocido aquí gobiernos del PSOE, con Danboreneas, Jauregis, Goñi Tirapus, GAL, fraudes en oposiciones de Osakidetza, etc. Con Ibarretxe no iba a ser mejor, pero lamento comunicarle que con López tampoco. Eso sí, en vez de forrarse los amigotes de los del PNV como ahora, lo harían los amigotes de los del PSOE.
Entrando ya en el contenido del texto, es decir, dejando aparte las mentiras y yendo al mundo de colores en que vive el columnista, está muy bien eso de "El candidato vasco (por López) ha interpretado mejor que ningún otro de entre sus correligionarios el "socialismo de los ciudadanos" acuñado por José Luis Rodríguez Zapatero". Se le ha olvidado decir cómo aplica ese supuesto socialismo. Por ejemplo, dando pasta a mansalva a los bancos por su nefasta gestión.

Por cierto, siendo todo un temazo que analizar, hay que ver cómo el columnista pasa de refilón por la ilegalización de la izquierda independentista que él vincula a ETA, sin despeinarse. Seguro que este es de los que dice luego que la mayoría de votantes de la izquierda abertzale quiere que ETA deje las armas y se disuelva. Ya me dirá entonces dónde está la vinculación. Parece que a este demócrata de toda la vida no le importa que un fulano detenga candidatos, los envíe a la cárcel indefinidamente sólo por ser candidatos, a una cárcel lo más lejos posible de sus domicilios, por ser vascos, que con otros no pasa esto, ilegalice partidos, plataformas electorales, embargue cuentas, prohíba manifestaciones pacíficas y demás tropelías SIN JUICIO PREVIO, y, por tanto, SIN CONDENA. Si esto pasara en Turquía, un suponer, la que montarían aquí estos "demócratas de izquierdas".
En fin. Público parece, de los de ámbito español, un diario menos torticero que otros, aunque en el problema español respecto al pueblo vasco se le ve de lejos. Pero con tanto descaro como en este artículo...
Sería de agradecer que la línea fuera menos españolaza y más respetuosa. Y si no encuentran columnistas de ese pelo renuncien a manipular y dedíquense sólo a informar.
Un saludo.

Dicen...

Dice el nuevo obispo de Donostia, Munilla, que a cuenta del debate sobre la nueva ley española sobre el derecho a abortar, lo que se está haciendo con la iglesia católica es como lo que hizo el régimen racista sudafricano con Nelson Mandela.
Pero, en mi opinión, la comparación, aparte de odiosa, es torticera. Ojalá la jerarquía católica tuviera que pasar por lo que pasó Mandela, para así pagar por los innumerables crímenes que esa cosa con sede en el Estado Vaticano ha cometido a lo largo de la historia.

Dice Antonio Basagoiti, delegado del Partido Popular en la sucursal de la Zona Norte, que en Euskal Herria (él dice Euskadi, que es muy vasco) habría un problema menos si los presos de ETA, empezando por Arnaldo Otegi, llegaran hasta el final en la huelga de hambre anunciada para dentro de unos días. Tal afirmación me legitima para decir que los vascos tendríamos un problema menos si un Boeing 747 impactara en el cráneo de Antonio Basagoiti. Aunque no albergo muchas esperanzas: por las cosas que dice, parece que ya antes ha pasado por ese trance, o similar. Y así se nos ha quedado.
Y dice también Basagoiti que no va a la entronización del tal Munilla para no politizar el nombramiento. Y acto seguido suelta que se alegra del nombramiento porque así el PNV y Batasuna pierden apoyos en el ámbito religioso/político/empresarial que es el negocio vaticano. Digno sucesor dejó el inefable Carlos Iturgaiz.